I had been doing yoga for a couple of years when Ditte Brandt Gadegaard gave me the opportunity to photograph her during her daily practice of Ashtanga Vinyasa. During two hours she followed a series of poses in synchronisation with her breath. I would not dare to say this is a book about yoga but series of still life in which her perfect movements smoothly blended with the austerity of the nordic furniture that surrounded her.
Llevaba un par de años haciendo yoga cuando Ditte Brandt Gadegaard me dio la oportunidad de fotografiarla en su práctica diaria de Ashtanga Vinyasa. Durante dos horas encadenó una serie de posturas en sincronización con su respiración. No diría que se trata de un libro sobre yoga sino más bien de una serie de bodegones en los que la perfección de sus movimientos se funden con la austeridad del mobiliario nórdico que la rodeaba.
© Lorenzo Hernandez